Tuyo Isaza, miembro de la Junta Directiva de Fundación Texmodas y autor, mentor y conferencista
El mundo está cambiando a una velocidad que muchos de nosotros aún no comprendemos del todo. Los jóvenes, que apenas comienzan su camino en el mercado laboral, se enfrentan a una revolución tecnológica sin precedentes. La inteligencia artificial (IA) no es solo una palabra de moda; está aquí para transformar el modo en que vivimos y trabajamos. Pero, ¿qué significa esto para aquellos que buscan su primer empleo?
Transformación del empleo juvenil: Un cambio inevitable
Vivimos en un mundo donde la IA puede automatizar tareas, simplificar procesos y llevar a cabo análisis complejos en segundos. Las empresas buscan eficiencia, y muchas de las tareas que antes eran realizadas por jóvenes recién graduados están siendo absorbidas por máquinas inteligentes. Como todo cambio, esto genera incertidumbre, y es normal. Pero no se trata de resistirlo; se trata de entenderlo, adaptarse y encontrar la forma de ser parte de la solución.
La buena noticia es que la IA no está aquí para reemplazarnos, sino para ayudarnos a ser más eficientes y enfocados. Desde el punto de vista de los jóvenes, es una herramienta más que pueden aprender a dominar rápidamente con grandes resultados. Es esencial que vean la IA como un aliado, un agente que puede facilitar su desarrollo. El reto está en no quedarse en la inercia del ritmo de las empresas, sino en evolucionar al ritmo de las oportunidades, desarrollando habilidades que las máquinas no pueden ofrecer: creatividad, empatía y liderazgo.
Las habilidades del futuro
Cuando hablamos de empleabilidad en la era de la IA, debemos ser claros: las reglas del juego han cambiado. Las habilidades técnicas siguen siendo importantes, pero no son suficientes. Lo que realmente marcará la diferencia en los próximos años serán las competencias humanas. El pensamiento crítico, la capacidad de adaptarse y el aprendizaje continuo son los pilares del éxito en este nuevo mundo.
Es crucial que los jóvenes adquieran la habilidad de auto-actualizarse, familiarizarse permanentemente con nuevos dominios de conocimiento y utilizar las mejores prácticas de otras áreas en las tareas actuales. Todo esto, asistido por la IA, les permitirá mantener una ventaja competitiva.
Aunque la IA puede procesar datos, no puede (aún) crear conexiones humanas significativas ni liderar equipos con empatía. Aquí es donde los jóvenes tienen una ventaja única. El mercado laboral de mañana necesita jóvenes que no solo entiendan la tecnología, sino que sepan cómo trabajar con ella. Son los que deben servir de traductores para generaciones anteriores, ayudándolas a desaprender sus viejos procesos y ponerse al día. Una juventud que, al aprovechar el poder de la IA, pueda potenciar sus propias habilidades para servir al mundo de manera única.
No temas a la IA, trabaja con ella
Aprender a usar la tecnología no es suficiente. Los jóvenes deben ser capaces de evolucionar con ella, adoptando nuevas competencias a medida que los mercados laborales se transforman.
Un consejo para todos, pero especialmente para los jóvenes: no teman a la IA, trabajen con ella y mantengan una actitud curiosa. Aprovechen las herramientas que les brinda para sobresalir en lo que las máquinas no pueden hacer. Esa será la clave de su éxito en general.
Pero en lo específico, el éxito está en ser uno mismo: lo que te hace único, tu historia, tu punto de vista, la forma en que experimentas el mundo y tu visión para el futuro es lo que te dará una ventaja. En un mundo con más de 8 mil millones de personas, la mayoría conectadas, y un gran porcentaje cada vez más asistido por IA, no puedes ser solo uno entre un millón. TIENES QUE SER ÚNICO.
El empleo juvenil en la era de la inteligencia artificial no está definido por la tecnología en sí, sino por cómo decidimos utilizarla. Los jóvenes de hoy tienen una gran oportunidad: crecer junto a la IA, integrarla en sus vidas y carreras, y convertirla en una aliada. Lo más importante es recordar que la verdadera ventaja competitiva no estará en dominar la tecnología, sino en dominar lo que nos hace humanos: la creatividad, la empatía y el deseo de transformar el mundo.
